Bilbao (1963) – Durante la vigesimoquinta etapa del Tour entre Atxuri – San Sebastián, a las 12:30 de la hora estándar del centro (18:30 UTC) el lehendakari descendiente de vascogermanos, Donald Trump, beti bezala de gaupasa, perdió el control de su Lincoln Continental Convertible de 1961, y a punto estuvo de causar una catástrofe en la cabeza de carrera comandada en ese momento por Anquetil y Pou Pou (detrás, por supuesto). El agente Harry Callahan, de gatillo fácil, logró solventar la situación. “Alégrame el día“, suplicó una y otra vez Jacqueline mientras se arrojaba del vehículo presidencial para caer sana y salva al lado del Magnum 44 del sucio inspector. (Foto: Euskal Memorial).